En nuestra experiencia como especialistas en salud bucodental y digestiva, sabemos que el reflujo oral es una afección que muchas personas padecen sin saberlo. En nuestra práctica clínica diaria, hemos observado cómo este problema puede afectar seriamente tanto a la salud digestiva como a la salud bucal. Por eso hoy vamos a hablarte del tratamiento para el reflujo oral desde una perspectiva integral.
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ToggleA través de este artículo, queremos ofrecerte una guía completa y rigurosa para que comprendas qué es el reflujo oral, cuáles son sus causas, cómo identificar sus síntomas y, sobre todo, qué tratamientos existen para combatirlo de forma efectiva. Nuestro objetivo es que dispongas de la mejor información posible, basada en evidencia clínica y en nuestra experiencia profesional, para ayudarte a cuidar de tu salud integral.
¿Qué es el reflujo oral?
El reflujo oral se produce cuando los ácidos del estómago ascienden por el esófago y alcanzan la boca. Esta manifestación del reflujo gastroesofágico (ERGE) no solo daña el esófago, sino también los tejidos orales, afectando el esmalte dental, la lengua y la mucosa.
Normalmente, el esfínter esofágico inferior actúa como una barrera que impide que el contenido gástrico suba. Sin embargo, cuando este esfínter se relaja o no funciona correctamente, el ácido logra ascender hasta la cavidad oral, especialmente durante la noche o después de comer.
Diferencias con el reflujo gastroesofágico general
Aunque el reflujo oral es una extensión del reflujo gastroesofágico, su impacto local en la cavidad bucal lo convierte en un problema clínico específico. El contacto repetido del ácido con los dientes y encías provoca erosión, hipersensibilidad, caries, halitosis y alteraciones en la mucosa oral.
Causas del reflujo oral
Principalmente podemos hablar de 4 causas del reflujo oral:
1. Disfunción del esfínter esofágico
Una de las principales causas es la debilidad o mal funcionamiento del esfínter esofágico inferior, que al no cerrar adecuadamente, permite que el ácido gástrico suba hacia la boca.
2. Hábitos alimenticios y estilo de vida
El consumo frecuente de comidas grasas, picantes, cítricos, chocolate, café, alcohol o bebidas carbonatadas favorece la acidez. Además, cenar tarde o acostarse justo después de comer aumenta las probabilidades de sufrir reflujo.
3. Condiciones médicas o farmacológicas
Ciertas enfermedades digestivas como la gastroparesia, así como el uso prolongado de fármacos como los AINES, los inhibidores de bomba de protones o los antidepresivos, pueden afectar la producción de saliva y la motilidad gástrica, contribuyendo al reflujo.
4. Factores dentales y salivares
La saliva es una defensa natural frente al ácido. Cuando su producción disminuye —ya sea por enfermedades, medicamentos o edad—, la boca queda más expuesta. Además, problemas como el bruxismo o la sequedad bucal agravan el desgaste del esmalte.
Síntomas del reflujo oral
Para una comprensión más fácil, podemos dividir los síntomas del reflujo oral en 3 bloques principales:
Síntomas dentales y bucales
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Erosión del esmalte dental: el ácido disuelve progresivamente la superficie dental.
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Sensibilidad dental: aumenta la molestia al frío, calor o alimentos dulces.
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Caries de rápida aparición: debido a la pérdida de protección salivar.
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Mal aliento persistente: causado por la descomposición ácida y la sequedad.
Síntomas en la mucosa oral
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Irritación o lesiones: en lengua, encías y mejillas, con sensación de ardor o sabor metálico.
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Alteraciones del gusto: pérdida de sabor o sabores desagradables constantes.
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Sequedad bucal: frecuente sensación de boca seca o pastosa.
Síntomas digestivos asociados
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Acidez estomacal y quemazón retroesternal.
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Tos seca nocturna, carraspeo constante o voz ronca.
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Sensación de nudo en la garganta o dificultad para tragar.
Tratamiento para el reflujo oral
En función de la mayor o menor gravedad de los síntomas del reflujo oral, es posible que un simple cambio de hábitos pueda marcar la diferencia en los casos más leves. Pero, en otros casos, acudir a un profesional es imprescindible para poder hacer un diagnóstico especializado y a la medida del paciente.
A) Cambios en el estilo de vida
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Mejoras en la alimentación
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Evitar alimentos como café, chocolate, tomate, cítricos, grasas y picantes.
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Comer despacio, en pequeñas cantidades y no acostarse justo después de comer.
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Control del peso y el tabaquismo
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Mantener un peso saludable reduce la presión intraabdominal.
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Eliminar el tabaco ayuda a mejorar la función del esfínter esofágico.
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Postura y sueño
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Dormir con la cabeza elevada y del lado izquierdo puede reducir significativamente el reflujo nocturno.
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Cuidado bucal específico
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Usar pastas con flúor, colutorios neutros y evitar cepillarse justo tras un episodio ácido.
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Estimular la salivación con chicles sin azúcar o productos específicos.
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B) Tratamiento médico
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Antiácidos de acción rápida
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Neutralizan el ácido gástrico durante episodios leves.
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Bloqueadores H2 (como famotidina)
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Reducen la producción de ácido en el estómago y son eficaces en casos moderados.
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Inhibidores de bomba de protones (IBP)
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Son el tratamiento más eficaz para el reflujo persistente o severo.
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Deben usarse bajo supervisión médica por posibles efectos a largo plazo.
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Alginatos
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Forman una barrera mecánica que impide el ascenso del ácido hacia el esófago y la boca.
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C) Tratamiento dental y multidisciplinar
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Enfoque integral
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Combinamos intervención médica, seguimiento odontológico y pautas dietéticas para controlar tanto el origen como las consecuencias del reflujo.
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Tratamientos restauradores
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Cuando el esmalte está muy dañado, recurrimos a técnicas como carillas, coronas o resinas para restaurar la función y la estética.
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Educación del paciente
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Enseñamos pautas preventivas para evitar recaídas y mantener la boca protegida frente al ácido gástrico.
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Conclusión: el tratamiento para el reflujo oral requiere un enfoque integral
El reflujo oral no es solo un problema digestivo, sino una condición que puede comprometer gravemente la salud de nuestros dientes y encías si no se trata a tiempo. Desde nuestra perspectiva como profesionales de la salud bucodental, insistimos en la importancia de:
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Modificar los hábitos diarios: alimentación, postura y cuidado bucal.
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Iniciar un tratamiento médico adecuado, personalizado según el caso.
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Actuar de forma coordinada entre especialistas, incluyendo odontólogos, médicos digestivos y nutricionistas.
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Prevenir daños irreversibles en los dientes mediante restauración y prevención profesional.
En Clínica Palace, ubicada en Embajadores (Madrid), contamos con un equipo multidisciplinar que puede ayudarte con diagnóstico preciso, tratamiento eficaz y seguimiento continuo para proteger tu salud bucodental frente al reflujo oral. Si sospechas que podrías estar padeciéndolo, te animamos a ponerte en contacto con nosotros.